PROPÓSITOS DE ANDAR POR CASA

Publicado el jueves, 09 de enero de 2020, por Sije

Como ya va siendo tradición en nuestro blog, empezamos el año hablando una vez más de los nuevos – y buenos – propósitos que todos, o casi todos, nos hacemos con la sana intención de mejorar nuestra vida aprovechando que pasamos la página del calendario y empezamos uno que esperamos sea siempre mejor que el anterior.

Si echamos, un vistazo a los objetivos, metas, etc. que pululan en nuestro entorno, redes sociales y demás medios de comunicación, nos daremos cuenta de que casi todos ellos tienen que ver con cambiar, potenciar o eliminar determinados comportamientos o costumbres cotidianas, bien porque nos parezcan nocivos o justamente por todo lo contrario. Por ejemplo: dejar de fumar, hacer más deporte, perder peso, ahorrar, tener mas tiempo libre……etc. Todos ellos aluden a aspectos externos o “visibles” de nuestra vida: comportamientos, hábitos, rutinas, etc.

En general casi nadie habla de cambios “internos o psicológicos”. Las razones pueden ser de tipo social- no está bien visto descubrir nuestras “debilidades”- o de tipo personal: No puedo, o no quiero darme cuenta de aquellos aspectos psicológicos que me están haciendo infeliz y por eso no me planteo cambiarlos.
Por todo ello, tenemos recurrido una vez más a la generosidad de nuestros pacientes para compartir con vosotros propósitos íntimos, que son fruto de un trabajo intenso y arduo de reflexión, honestidad y sobre todo mucha, mucha motivación y ganas de conseguirlos.

Estos propósitos que vais a leer a continuación, son humildes, cotidianos, caseros, inteligentes, sinceros, pero sobre todo, son muy personales. Por eso no los vais a encontrar en redes sociales, ni en ningún otro medio de comunicación. Los ponemos a vuestra disposición, agradeciendo nuevamente la disponibilidad de nuestros pacientes, con la expectativa de qué alguno de ellos os ayude a encontrar un nuevo camino de trabajo y superación personal.

-Hacer caso a mi cuerpo cuando me mande señales de stop y darme un descanso aunque tenga millones de cosas que hacer. (M.S.)

-Dejar de ser la come-marrones de la oficina sin sentirme culpable y sin tratar de justificar mi comportamiento. (A.P.)

-Elegir mi nueva casa yo sólo, sin la “ayuda” de mis padres y de sus bienintencionadas opiniones. Enseñársela cuando ya esté viviendo en ella. (E.A.)

-Decirle a mi pareja que me siento mal cuando hace determinados comentarios sobre mi forma de ser. Quiero que me critique menos y me valore más. (C.A.)

-Hacer una limpieza “social” y sacar de mi vida a todas aquellas personas tóxicas que no me aportan nada y con las cuales no me siento de igual a igual (P.M.)

-Quejarme cuando mi jefe me ningunee, delante de un cliente o me excluya de reuniones en las que debería estar. Expresarle mi malestar aunque me ponga nervioso y piense que no puedo hacerlo. (T.B.)

-Conocerme más y mejor. Tener más claro lo que me gusta y lo que no. Aceptar mis limitaciones sin castigarme, reconocer mis sentimientos y valorarlos y explotar mucho más mis cualidades (E.O.)

-Decirle a mi madre que deje de tratarme como a una niña pequeña e indefensa. Tener con ella una relación adulta e independiente. Si ella no acepta, seguir insistiendo y no ceder como otras veces (S.C.)

-Retomar mi vida social. Aunque me cueste, volver a llamar a la gente a la que hace mucho tiempo no veo, y dejé de lado por atender a mi madre. Algunas relaciones se habrán roto para siempre, pero otras seguro que puedo recuperarlas. (A.B.)

-Salir de compras más a menudo y elegir ropa que realmente me guste sin pensar si me sienta bien o mal, si es propia de mi edad, si es demasiado atrevida, si es de mal gusto… (A.R.)

-Darme un tiempo para volver a tener una relación de pareja. No convertir a las amigas en novias, no seducir a todas las mujeres que conozca, no sentirme menos hombre sino tengo a alguna de ellas al lado. (M.A.)

-Afrontar- en vez de evitar- al menos dos situaciones a la semana (personales o no personales) que me resulten complicadas o me resulten molestas. Por ejemplo, decirle que No a mi hermano cuando me vuelva a pedir el coche (L.R.)

-No dejarme intimidar por mi crítico cuando me diga que no soy lo suficientemente asertiva, que me toman el pelo, que soy una blanda……Contestarle enumerando mis logros y avances en ese sentido. (B.R.)

– Aceptar mis sentimientos negativos de dolor, tristeza, mi seguridad, miedo, etc. como algo que forma de parte de mí. No rechazarlos ni ocultarlos ante mi misma y ante los demás. (J.B.)

-Preguntarme más a menudo: “qué quiero yo” en vez de estar pensando siempre lo que quieran los demás. Por ejemplo, cuando mis amigas me propongan un plan, pensar si me apetece antes de apuntarme. (L.O.)

-No gritar cuando estoy enfadado para impedir que la otra persona me critique o diga cosa que no quiero escuchar. Si estoy enfadado es mejor que deje la conversación para otro momento aunque me cueste mucho hacerlo (A.B.)

-No llamar a mis amigos cada vez que tengo un problema con mi pareja. No consultar continuamente la opinión de los demás. Cuando tenga un problema de pareja buscar yo sola posibles soluciones (N.S)

¡ FELIZ AÑO !

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